Una carta de amor a nuestra comunidad

Para aquellos cuyos corazones están cansados, cuyos sueños se sienten frágiles, esto es para ustedes. Este último mes ha sido pesado, una semana llena de palabras y susurros que una vez más invitan al miedo y la incertidumbre, empujándonos a sentir que estamos caminando sobre terreno delgado y tembloroso. Estamos aquí, sintiéndonos como si estuviéramos un paso más cerca de ver cómo se nos escapan los sueños de entre los dedos, sueños que hemos mantenido cerca y por los que hemos luchado con todo lo que tenemos. Esto es algo que nadie debería soportar, un sentimiento que realmente no le desearía a nadie.

Es tiempo de lamentar, de sentir el peso de todo esto, de aceptar el dolor y la ira. Es tiempo de procesar y planificar en silencio, sin necesidad de explicar nuestro derecho a estar aquí, a existir plenamente, a amar intensamente, a seguir soñando. No le debemos al mundo otra explicación. Las cifras, el impacto, las formas en que levantamos este país todos los días, están ahí para que cualquiera las busque y las vea. Estamos aquí para honrar lo que vive en nuestros corazones: el miedo, la fuerza, la determinación que nunca ha sido fácil de medir pero que es innegable en su poder.

Si sientes que debes demostrar tu valor, deja que ese peso se desprenda. En momentos como estos, recuerda que el descanso es una forma de resistencia. Debes saber que ya eres más que suficiente. Eres brillante, eres poderosa, eres fuerte más allá de toda medida. Eres digna de felicidad, de estabilidad, de amor y cuidado, del tipo que te acuna suavemente. Te lo mereces, y mereces un futuro construido sobre sueños que son tuyos, sueños que nadie tiene derecho a quitarte.

En este momento se te permite descansar. Se te permite respirar, hacer una pausa, recordar que no estás solo. Cuando el miedo nos acose, tomémonos de la mano y estemos presentes. Sentémonos juntos en silencio, escuchando los susurros del viento, dejando que el sonido de las voces de los seres queridos se convierta en nuestra música.

Y cuando estés listo para levantarte, debes saber que nuestra comunidad estará a tu lado, lista para enfrentar juntos la incertidumbre. Nos apoyaremos mutuamente, apoyándonos mutuamente cuando el terreno se sienta inestable. Juntos, seguiremos luchando por los derechos de todos los inmigrantes, por los sueños que hemos alimentado y por el futuro que todos merecemos. No estás solo en esta lucha: estamos aquí y seguiremos avanzando, codo a codo.